Porsche Targa 4S


Targa es el nombre que Porsche da a una variante de carrocería del 911 que se caracteriza porque la porción del techo que queda por encima de los pasajeros delanteros puede quitarse de ahí. A diferencia de un 911 Cabriolet, modelo en el que está basado, en el 911 Targa el pilar central y la luneta son fijos.

Hay tres versiones: Targa 4 (3,4 litros y 349 CV), Targa 4S (3,8 litros y 400 CV) y Targa 4 GTS (3,8 litros y 430 CV). La primera está disponible por 125 973 €, casi 13 500 euros más que un 911 Carrera 4 y unos 1000 euros menos que un 911 Carrera 4 Cabriolet. El Targa 4S cuesta 142 806 euros, por lo que es notablemente más costoso que un Audi RS 5 Cabrio de 450 CV, un Chevrolet Corvette Stingray Cabrio de 466 CV y un Jaguar F-Type S Convertible S/C de 495 CV. El BMW M4 Cabrio (431 CV) cuesta 98 500 euros. El precio del 911 Targa 4 GTS es 158 010 euros (esta versión se trata con más detalle en el 

La tracción es siempre en las cuatro ruedas y el cambio puede ser manual o automático de doble embrague (PDK), ambos de siete velocidades. Las versiones con cambio automático son 4000 euros más costosas.

He conducido la versión Targa 4S con cambio PDK, aunque no lo suficiente para dar una opinión extensa y precisa sobre sus reacciones dinámicas. Por otra parte, es la primera vez que subo a un 911 de esta generación (denominada 991), lo que me impide compararlo con sus equivalentes 911 de carrocería cupé y cabrio, de los que sí hay un amplio texto de impresiones de conducción respectivamente. 

El 911 Targa 4S es un coche agradable y muy sencillo de conducir si se lleva a un ritmo normal. Tiene una dirección suave, buena visibilidad hacia el exterior y los sistemas de confort y entretenimiento (por ejemplo, el sistema de climatización, la radio y el navegador) funcionan correctamente. La respuesta del conjunto motor y cambio es impecable, por la fuerza con que el motor empuja desde bajas revoluciones y por la velocidad y suavidad a la que se suceden los cambios.

La suspensión es firme, aunque no me parece incómoda porque responde sin sequedad. Ésta es similar a la del Cabriolet —independiente en las cuatro ruedas con un esquema McPherson delante y un paralelogramo deformable detrás—, pero ha sido retocada para dar compensar el mayor peso del Targa, cuya masa es 40 kilogramos superior a la del Cabriolet
y dar una conducción más confortable. Con ese mismo objetivo, en el interior de cada uno de los amortiguadores hay un muelle que reduce los rebotes que producen las imperfecciones de la calzada. Los amortiguadores de la versión Targa 4S son de dureza variable y se denominan PASM (opcionales en el Targa 4).

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